¡Buenas noches a tod@s!
El día 9 de Septiembre tuve la presentación de la carrera en
la facultad. Se notaba a todo el mundo muy nervioso. ¿Yo? Me parecía más a un
flan en descomposición que a una persona que iba a empezar la carrera. Cada vez
que había mucho ruido, mi cuerpo se estremecía como si fuera una “lorza”
(perdonad la vulgaridad) de nuestro queridísimo Falete. Y no era para menos…
Estaba al tanto de las temidas bromas diabólicas comúnmente denominadas… Novatadas…
Tuve la suerte de estar con una chica que conocía del
instituto. Creas que no, algo de seguridad te aporta… Cuando llegó la esperada
hora, entramos todos en el Aula Magna, donde el decano y otros profesores nos
empezaron a dar una charla. Durante todo ese tiempo, existía un murmullo de
fondo. “Los típicos charlatanes de turno”, pensé. En un momento dado, se
levantaron las dos últimas filas de alumnos y salieron de la sala, no sin antes
producir más ruido que los políticos al hablar… Cerraron la puerta, creí que la
paz había llegado a la sala, al fin. Nada más lejos de la realidad…
Se empezaron a oír golpes contra la puerta del Aula, como si
los alumnos se hubieran convertido en una especie de zombies come-puertas.
¿Cómo se les llamaría? ¿Vegetarianos? Qué extraño… Una profesora salió y, como
si de repente les hubiera dicho la típica frase de Gandalf (“Vuelve a la
sombra, por aquí no puedes pasar.”), los zombies desaparecieron…
La paz volvió al fin y yo ya estaba convirtiéndome en una
nueva especie de tomate por lo rojo que me estaba quedando por lo sucedido… Lo
dicho, de normal no tengo un pelo…
Por lo dicho, creo que el título de la entrada es muy acertado... Juzgad vosotros mismos...
Ya va siendo hora de despedirme...
La compañía es estupenda... pero la compañía se va...
Edu.
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